¿Sufre dolor crónico de mandíbula? Si es así, podría ser un signo de trastorno de la articulación temporomandibular (ATM). En la Clínica Dental Cerqueira nuestros cirujanos expertos en ATM tienen la experiencia y la tecnología para diagnosticar esta afección y proporcionar alivio a sus síntomas. Recupere su salud dental hoy mismo
La patología de ATM, o trastorno de la articulación temporo-mandibular, afecta a muchas personas y sus causas pueden ser difíciles de precisar. Los acontecimientos estresantes, tanto físicos como emocionales, contribuyen a desencadenarlos, como las contracciones musculares localizadas alrededor de estas articulaciones.
Otros factores que contribuyen son los discos cartilaginosos de la mandíbula y los ligamentos, nervios, vasos y músculos asociados que se encuentran en las proximidades. Aunque el diagnóstico de esta afección puede resultar complicado, es importante que los afectados comprendan lo que hay detrás de sus síntomas para que los planes de tratamiento puedan dar resultados positivos
Los trastornos de la articulación temporomandibular pueden manifestarse con diversos síntomas, como dificultad y molestias al masticar o morder, chasquidos de la mandíbula durante el movimiento, dolor facial alrededor de la zona afectada que puede llegar a incluir dolor de oído y de cabeza. Otros signos son sensibilidad en la propia ATM y limitaciones en la capacidad de abrir y cerrar la boca.
Los trastornos del ATM (articulación temporomandibular) pueden tener una variedad de causas, incluyendo lesiones en la mandíbula, bruxismo (rechinar de dientes), artritis, estrés y problemas con la alineación de los dientes. Los síntomas comunes pueden incluir dolor de mandíbula, dolor de cabeza, dificultad para abrir o cerrar la boca, chasquidos o crepitaciones al mover la mandíbula, dolor de oído, y dolores en el cuello y hombros.
El diagnóstico de un trastorno del ATM a menudo comienza con una evaluación física de la mandíbula, los músculos faciales y las articulaciones temporomandibulares por parte de un odontólogo o un especialista en dolor orofacial. Además, se pueden realizar pruebas de imagen, como radiografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas, para evaluar la estructura de la mandíbula y la articulación.
Las opciones de tratamiento para los trastornos del ATM pueden incluir ejercicios de estiramiento y fortalecimiento de los músculos de la mandíbula, cambios en la dieta para evitar alimentos duros o difíciles de masticar, fisioterapia, medicamentos para aliviar el dolor o reducir la inflamación, y, en casos más graves, cirugía.
Algunas medidas preventivas que se pueden tomar para reducir el riesgo de desarrollar trastornos del ATM incluyen evitar rechinar los dientes y apretar la mandíbula, evitando masticar chicle o alimentos duros, y mantener una buena postura al sentarse y al dormir. Además, el estrés y la ansiedad pueden ser un factor contribuyente en algunos casos, por lo que se puede considerar la práctica de técnicas de relajación o la búsqueda de ayuda profesional para manejar el estrés. En general, una buena higiene bucal y visitas regulares al odontólogo también pueden ayudar a mantener una salud oral y prevenir trastornos del ATM.
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